miércoles, 22 de diciembre de 2010

Sacred Meditation


La Meditación y la Palabra.


Hasta aquí he presentado el tema desde el punto de vista del sistema. Ahora lo aplicaré a la meditación y veremos su resultado. Cuando el hombre medita trata de realizar dos cosas:

a. La construcción de ideas, al hacer descender a los niveles concretos del plano mental las ideas abstractas y las intuiciones. Esto es lo que se puede llamar meditación con simiente.

b. El alineamiento del ego y la creación de un vacío entre el cerebro físico y el ego, que da por resultado la afluencia divina, la consiguiente destrucción de las formas y la subsiguiente liberación. Esto se puede llamar: meditación sin simiente.

En determinado periodo de la evolución ambas se fusionan en una, se prescinde de la simiente, entonces se crea el vacío, no tanto entre los vehículos superior e inferior, sino entre ellos y el plano intuitivo o de armonía.

Por consiguiente, al emitirla Palabra Sagradaen la meditación, el hombre debe ser capaz (si se la emite correctamente) de realizar el trabajo creador y el trabajo destructor, como lo hace el Logos. Esto será un reflejo del proceso cósmico en el microcosmos. Atraerá a su cuerpo materia más refinada y expulsara la mas burda. Creará formas mentales que atraerán hacia si materia más refinada y rechazarán las de vibración inferior. Deberá emitir la Palabra de manera que el alineamiento se produzca automáticamente, y el necesario vacío creado dará por resultado una afluencia desde arriba. Todos estos efectos pueden producirse cuando la Palabra es entonada correctamente, de modo que en cada meditación el hombre debe estar más alineado, dispersar alguna materia de baja vibración de uno u otro de sus cuerpos, ensanchar el canal y así proporcionar un vehículo más adecuado para recibir la iluminación desde niveles superiores.

Pero, hasta que no pueda hacerlo correctamente, el efecto producido por la emisión de la Palabra es muy insignificante, afortunadamente para aquel quela emplea. Alestudiar los siete grandes Alientos y el efecto de los mismos en cada plano, el estudiante descubrirá mucho de lo que puede ocurrir en los distintos subplanos de cada plano, especialmente en relación con su propio desarrollo. Al estudiar la nota básica del sistema solar (que se estabilizó en el primer sistema) se descubrirá mucho sobre el empleo de la Palabra en el plano físico. Esta indicación es digna de consideración. En el esfuerzo por hallar la nota de este sistema solar, la de amor y sabiduría, el estudiante establecerá la comunicación necesaria entre el plano emocional o de deseos, y el intuitivo, y descubrirá el secreto del plano emocional. Cuando se estudie la Palabra en los planos mentales y el efecto que produce al construir formas, se descubrirá la clave para erigir el Templo de Salomón y el estudiante desarrollará las facultades del cuerpo causal y conseguirá, finalmente, liberarse de los tres mundos. No obstante, debe recordar que primeramente ha de encontrar la nota de su personalidad y luego la egoica, antes de que pueda entonar el acorde monádico. Una vez que haya hecho esto, habrá pronunciado su propia triple Palabra, y será un creador inteligente animado por el amor. Entonces habrá alcanzado la meta.

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