lunes, 2 de mayo de 2011

Beneficios de la Terapia Craneo-sacral

Una terapia suave basada en el movimiento rítmico y coordinado de los huesos craneales y el sacro, y consiste en la liberación de las posibles restricciones a dicho movimiento.

La TCS derivada de la Osteopatía, es una técnica manual sutil que permite al terapeuta trabajar sobre todas las estructuras del cuerpo: SNC, membranas durales, huesos, líquidos, músculos, fascias, órganos, etc. utilizando para ello un tacto sutil, no invasivo ni intrusivo.

El CUERPO SE EXPRESA, y el terapeuta solo ha de esperar la información que envía el organismo del paciente. Este responde al tratamiento dando paso a sus propias fuerzas de recuperación que le llevarán a su estado natural de salud.


BREVE INTRODUCCIÓN A LA OSTEOPATÍA:
Fue en 1.874 cuando aparecieron públicamente los fundamentos filosóficos y prácticos de la Osteopatía, desarrollada por Andrew Taylor Still a partir del enfrentamiento con las excesivas prescripciones por parte de los médicos, de medicamentos, sangrías y demás métodos médicos. Este sistema médico desarrollado por Still nuevo y que integra a todo el cuerpo con la mente y las emociones, lo denominó OSTEOPATÍA.

En 1.917 la introduce en Europa J.M. Littlejohn fundándose en Inglaterra la primera escuela de osteopatía, después en 1.957 Paul Geny funda la Escuela Francesa de Osteopatía, que más adelante traslada a Inglaterra por motivos políticos, dando lugar a la European School of Osteopathy.

El método de tratamiento CRÁNEO-SACRO fue desarrollado más adelante a principios de los años 30 por W.G. Sutherland, (cuya mayor aportación junto a la aplicación consecuente de los principios de la Osteopatía sobre el cráneo, fue el descubrimiento de un sistema de regulación para el organismo, que se manifiesta con un movimiento rítmico y lento del cráneo) quien al examinar un cráneo fresco diseccionado observó:

· Que las superficies de unión de los huesos parietales con los temporales presentaban aristas como las agallas de un pez, esto era el reflejo de la movilidad articulada de un mecanismo respiratorio, y le llevó a investigar la movilidad de los huesos del cráneo, aunque los libros de Anatomía decían lo contrario. (es decir que se sueldan y no se mueven.). Estos estudios le llevaron a la conclusión de que las superficies articulares de los huesos del cráneo daban lugar a una estructura hecha para el movimiento, y a este movimiento le llamó MOVIMIENTO RESPIRATORIO PRIMARIO. MRP Pues empieza en el estado embrionario y acaba unos minutos después del fallecimiento. Entendiéndose respiratorio en el sentido de la respiración de los tejidos que hace que cada célula drene rítmicamente gracias a los sutiles movimientos de este sistema.

· Que bajo la superficie interna de los huesos del cráneo estaban las membranas intracraneales que coordinaban ese movimiento.

· Que el sacro está igualmente unido al cráneo por estas membranas que bajan por el canal medular hasta el segundo segmento del sacro, donde se adhieren. (es una unidad funcional de ahí el nombre de Sistema Craneo-Sacro).

· Que el sacro también tiene un movimiento involuntario inherente entre las dos palas ilíacas. El movimiento que tienen los huesos del cráneo, y que a través del canal medular se transmite hasta el sacro está producido por el Ritmo Cráneo-Sacral.


Movimiento del cráneo y el sacro
Este Ritmo Cráneo-Sacral es el resultado de la producción de Líquido Cefalorraquídeo dentro del cráneo, su distribución a lo largo de todo el canal medular, y la reabsorción de nuevo dentro del cráneo.

Todo este mecanismo está dirigido por el movimiento de la sínfisis esfeno-basilar que abre y cierra el ángulo articular, flexionándolo y extendiéndolo. De ahí que el movimiento que realizan los huesos del cráneo cuando se produce el LCR (líquido cefalorraquíde) en los ventrículos III y IV, y que a través del sistema Fascial por sus microtúbulos es transmitido a todo el cuerpo, se le denomine movimiento de FLEXIÓN haciendo todo el cuerpo un movimiento de rotación externa, Y EXTENSIÓN, haciendo todo el cuerpo un movimiento de rotación interna, dándonos como resultado el RITMO CRÁNEO-SACRO, independiente de otros ritmos corporales, que influye sobre el metabolismo del cuerpo y sobre cada una de sus células. Hace que los huesos del cráneo, como los del resto del organismo efectúen una rotación interna y externa, con una frecuencia de entre 6 a 12 ciclos/ min, (siendo 3 segundos la fase de llenado y 3 segundos la de vaciado) de una forma suave y casi imperceptible.

Más adelante y en diferentes Escuelas, siguiendo todas los trabajos e investigaciones de Sutherland, el estudio de la Osteopatía Cráneo-Sacral se ha realizado utilizando los más novedosos sistemas de medición para comprobar el movimiento de los huesos y su rango. Así por ejemplo la Dra. Viola Fryman, Harold I. Magoun etc. y posteriormente el equipo del Dr. Leopold Busquet, asistidos por láseres conectados a ordenadores obtuvieron una imagen holográfica tridimensional con precisión micrométrica del movimiento descrito anteriormente, dando como resultado la existencia de un movimiento cíclico cuya amplitud es de 15 a 25 mm.(RCS) (RITMO CRÁNEO-SACRAL)

Posteriormente el Dr. John Upledger dirigió en los 70 un equipo multidisciplinar formado por médicos, bioquímicos, físicos, fisioterapeutas, osteópatas, ingenieros electrónicos, etc, que estudiaron durante 5 años con simios y cráneos frescos, ayudados por sofisticados equipos que incluían antenas emisoras y radares, confirmando los descubrimientos anteriores.

Sutherland no olvidó la intuición y el sexto sentido a la hora de protocolizar y aplicar la Osteopatía Craneal, lo que nos lleva directamente a la visión holística (del griego HOLOS: totalidad) de la persona, entendiéndola como un todo: cuerpo, mente, emociones y espíritu, relacionándose con su entorno de manera respetuosa y consciente.

Por esto, hay que añadir algo del campo de la Psicología y la Conciencia Humana: “Que el pensamiento es una fuerza mental que puede ser emitida, dirigida y percibida”. El Osteópata no puede ni debe limitar esta dimensión ENERGÉTICA.


Por este mecanismo, el cráneo tiene su movimiento que transmite por el canal medular hasta el sacro, y a través del sistema Fascial llega a todo el organismo, de tal manera que aunque estemos en absoluto reposo, todo nuestro cuerpo está en un movimiento fisiológico continuo. Por lo que el principio de la Osteopatía es: “Donde hay movimiento hay vida” el movimiento por tanto es el principio de la vida, y en la Terapia Cráneo-Sacral, de lo que se trata es de devolver, restaurar mediante un estímulo, (una información, una invitación que damos al sistema que estamos trabajando) la movilidad y función normal, es decir el terapeuta da una información no directriz, ante la que el cuerpo del paciente se pone en marcha hacia su normalización.

Esto nos lleva a ver otra cosa: EL CUERPO SIEMPRE TIENDE A SANAR, POSEE MUCHOS MECANISMOS DE AUTOREGULACIÓN, lo que el terapeuta hace es “enseñarle, abrirle la puerta para que vaya hacia su bienestar”, pero SANA EL SOLO, ante lo que debemos ser humildes y no pensar que nosotros “curamos”.

La Terapia Cráneo-Sacral trabaja sobre todas las estructuras del cuerpo: SNC, membranas durales, huesos, líquidos, músculos, fascias, órganos, etc. De manera que en cada caso se usan unas técnicas diferentes según lo que se vaya a tratar.


SISTEMA FASCIAL
Aunque no es parte integrante del Sistema Cráneo-Sacral, es de suma importancia para él, por lo que requiere un capítulo aparte.

El Sistema Fascial se orienta siempre en sentido longitudinal salvo en los diafragmas. La fascia une, conecta, divide, soporta, protege, etc a todas nuestras estructuras y es de suma importancia en TCS, lo vamos a trabajar en toda su extensión, sobre todo los diafragmas: pélvico, respiratorio, entrada torácica y base del cráneo, por la implicación que tienen con el Sistema Cráneo-Sacral.

· Diafragma Pélvico, pues es en la excavación pélvica donde está todo el aparato genitourinario, excretor, reproductor, por él pasan las AA (ARTERIAS) que irrigan los MMII, (MIEMBROS INFERIORES) las VV (VENAS) que los drenan, y el sistema linfático correspondiente.

· Diafragma Respiratorio, por la mecánica respiratoria en sí y por que por su estructura y funciones es partícipe en ocasiones de patologías diversas relacionadas con las estructuras adyacentes que son casi todos los órganos internos. Los dolores lumbares en ocasiones son producidos por la mala respiración, en ese caso los pilares del diafragma, que se asientan en la 2ª y 3ª lumbares, tiran de estas vértebras ocasionándolos.

· El Diafragma de Entrada Torácica igualmente por su enclave y las estructuras que por él pasan, es necesario trabajarlo para que facilite el buen funcionamiento del Sistema Craneo-Sacro.

· El Diafragma de la Base del Cráneo por su enclave y las estructuras que por el pasan, y que por diversas circunstancias como por ejemplo: NACER y los mecanismos que se usan a veces para sacar al niño, accidentes, ó un estado de estrés mantenido, hacen que la persona pueda tener problemas desde leves a muy graves, merece un capítulo aparte, pues origina gran cantidad de problemas que en ocasiones empiezan en el nacimiento y pueden durar toda la vida



SISTEMA MEMBRANOSO INTRACRANEAL
En Terapia Cráneo-Sacral, nos referimos a la duramadre, la membrana más externa que alberga a todo el SN, dentro del cerebro dividiéndolo y sujetándolo, y a toda la médula espinal dentro del canal vertebral.

En ocasiones y por diferentes motivos se producen tensiones en la duramadre craneal, lo que puede originar mareos, dolores de cabeza, cansancio, aturdimiento etc. Por lo que se le trabaja dependiendo de la patología con las técnicas diseñadas para ello.



MEMBRANAS DURALES ESPINALES Ó SISTEMA MEMBRANOSO EXTRACRANEAL
Los cambios mecánicos, cambios posturales, accidentes, analgesias: epidurales, peridurales, cambios de volumen, etc. hacen que la duramadre espinal pueda sufrir tensiones ó restricciones a su movimiento fisiológico, provocando dolores de espalda a cualquier nivel, y por la conexión existente en todo el organismo, en cualquier otro lugar de él.

Estos dolores de espalda ceden casi inmediatamente al trabajar el tubo dural con las técnicas específicas.

La Terapia Cráneo-Sacral permite al Terapeuta trabajar sobre todas las estructuras del cuerpo: SNC, membranas durales, huesos, líquidos, músculos, fascias, órganos, etc. De manera que en cada caso se usan unas técnicas diferentes según lo que se vaya a tratar.

La TCS es una técnica manual sutil, y para aplicarla no hay que hacer una presión fuerte sino todo lo contrario, se usa un tacto sutil y no invasivo ni intrusivo, esperando que nos de la información a la que el organismo responde dando paso a sus propias fuerzas de recuperación.


QUÉ PUEDE SER TRATADO CON TCS?
Por la implicación del Sistema Cráneo-Sacral con el resto del organismo, son muchas las enfermedades ó disfunciones susceptibles de ser tratadas con TCS, especialmente cuando entre sus causas se encuentra la restricción del libre movimiento del sistema cráneo-sacro.

Concretamente:

· ORL (otorrinolaringología) problemas cómo vértigos, mareos, Menière, sinusitis, acúfenos, tinnitus.
· Problemas de la vista: estrabismo sobre todo en niños.
· Dolor de cabeza, migrañas, hemicranealgias.
· Problemas cervicales: latigazo, contracturas, pinzamientos, adormecimiento de MM (miembros).
· Dolor de espalda a cualquier nivel. Ciáticas.
· En el Aparato Digestivo, patologías derivadas de una compresión del Vago.
· En el Aparato Cardio Respiratorio: problemas originados por el Parasimpático: tráquea, bronquios, corazón y vasos coronarios.
· Genitourinario: cistitis, retención etc.
· Reproductor: dismenorrea, amenorrea, menopausia, embarazo, parto, puerperio, etc.
· Aparato Locomotor: problemas derivados de traumatismos, fracturas ó adaptaciones posturales, incluyendo escoliosis, tendinitis, etc.
· Problemas neurológicos y emocionales: depresión endógena, depresión post parto…



Mª José Aguilar
Profesora de Terapia Cráneo-Sacral.


 Querido Ser Humano


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Como terapeuta craneosacral les confieso que no deja de sorprenderme esta técnica. El efecto en el paciente es muy sutil y quizá no es muy recomendable para aquellos que tienen prisa por obtener resultados espectaculares e inmediatos. Sin embargo para aquellos comprometidos en gestionar su salud, en acompañarse en el proceso de sanación siendo partícipe del mismo, reconectando consigo mismo, aprendiendo a sentirse, a conocerse....es absolutamente recomendado. Como terapeuta disfruto así mismo de la práctica del sistema. Sentir y sentirse durante el proceso es enriquecedor y muy bello. Somos en la mas diminuta expresión de nuestro organismo y en el macrocosmos del que formamos parte, estar en consonancia con esta realidad con todos los ritmos de nuestro organismo, con toda su  música y vibración es absolutamente emocionante y te coloca en el espacio de humildad que te corresponde como parte de un TODO del que eres una parte muy importante.
Teresa Delgado

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