lunes, 4 de noviembre de 2013

NUESTROS NIÑOS, NUESTROS MAESTROS



 TOMADO DE.
https://www.facebook.com/pages/Ni%C3%91os-De-Luz/188597801305750

 Cuando un niño está en el vientre de su madre, vive los estados emocionales de ella cien por cien. No existe una separación entre el yo de la madre y el yo del niño.
La edad cronológica de la formación neurofisiológica del bebé es hasta los tres años aproxim.; hasta entonces el yo del niño es igual al yo de la mamá.
Nuestros niños no nos ponen nerviosos, ellos son el espejo en el cual debemos ver nuestro neviosismo. Nuestros niños son el reflejo de la familia.
Nuestros niños no se ponen enfermos, los ponemos enfermos, y muchas veces son reparadores de cargas transgeneracionales.
No se trata de entrar en la culpabilidad, sino de saber y tener conciencia que podemos hacer muchos por nuestros hijos, si queremos que estén sanos, debemos cuidad nuestras emociones y sentimientos. Nuestros hijos son espejos de lo que rodea a la familia. Parece increíble, pero si reflexionamos y tomamos conciencia de que la realidad de todas las cosas es la unidad, comprenderemos que hay una unidad bebé-mamá.
El bebé siente como propio lo que le sucede a mamá: sus alegrías, sus tristezas, sus preocupaciones, y lo más importante aquello “no dicho”, lo “no expresado”.
Muchas enfermedades, se encuentran programadas en esta etapa de la vida.
A nivel racional es difícil de comprender, pero a nivel inconsciente está claro, el Inconsciente Biológico es inocente, y repite las pautas y programas que se instauran en esta etapa tan crítica y fundamental.

Hay una oportunidad de sanar unos errores que, de no somatizarse en lo físico, no tendrían fin. Carl G. Jung nos diría que el hijo muestra la sombra de sus padres y de sus ancestros y que lo hace a través de los síntomas físicos.
La sombra se refiere a las partes desconocidas de nuestra psique, pero también a las partes desconocidas del mundo espiritual. Cuando el bebé está enfermo está mostrando una parte de la sombra de la madre, luego a medida que va creciendo, va creando otras relaciones o vínculos con el papá, con el hermano, etc.

Cuando la madre toma conciencia de todo el problema, el niño presenta una mejoría prácticamente instantánea. Las cosas se resuelven solas, porque nuestro inconsciente lucha por salir y expresarse, y cuando lo hace, desconecta los programas. Nuestro inconsciente quiere emplear toda la energía para vivir, y no para expresar lo “no resuelto” y “lo no dicho”.

El proyecto sentido es múltiple, y en sus facetas se encuentran muchos de los programas que luego revivimos cuando somos adultos, por una fuerza del inconsciente que está relacionada con la fidelidad familiar. Romper ese lazo o bloqueo se hace imprescindible para poder vivir nuestro proyecto de vida libremente y sin condicionamiento.

Enric Corbera



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1 comentario:

  1. Hola, buena noche, ¿cómo estas?...
    Llegué a tu blog porque estoy buscando al creador de la imagen que usaste. He leído tu escrito, y me siento un poco triste. Durante mi embarazo viví dos noches muy tristes, muy, muy tristes, sé que mi bebé lo sintió, mi barriguita se puso dura. Fueron momentos de mucho estres. Y eso me deja una tristeza, hubiera querido no causarle sufrimiento a mi bebé, y sé que seguramente había manera de evitarlo, pero entonces yo no sabía, como ahora sé algunas cosas. Creo mucho en lo que escribes sobre la sombra, la Gutman me ha revelado ese concepto, y mi bebé me la ha mostrado. Es verdaderamente revelador, es increíble. Parece mágico que durante tantos años en mi vida no había sido capas de reconocerla, siquiera de conocerla!, llega mi hijo y..zaz!!!, se me presenta tan grande como es...aún estoy en eso, es muy duro, pero liberador. Otra cosa más qué agradecer por la vida de mi hijo.
    Saludos!.
    ¿Tu sabes de quién es la imágen?

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